Queda inaugurado este blog

Después de muchas dudas, comienzo este blog.

Aunque todavía siga preguntándome qué puede ofrecer este aprendiz de yogui a las personas: ¿Lo que siente? ¿El sentido de su vida? ¿O cómo maneja esta vorágine de la calle en Cuatro Caminos, tan llena, tan heterogénea, tan alegre, tan caótica?

Todos tenemos a ratos la misma necesidad de un ancla que nos fije, un mástil al cual atarnos, como Ulises, para no perdernos en la fascinación fatal del canto de las sirenas en forma de anuncio publicitario, saber donde situamos nuestro norte y nuestro sur. Este aprendiz de yogui pretende tener sus coordenadas cada vez más definidas, y para ayudarse inaugura este blog. También tiene la esperanza de poder compartirlo.

Servirá para definir y concretar mejor lo que le guía, esforzarse más en una búsqueda espiritual que amplíe y de más vida a su vida, vaguear menos, andarse menos por las ramas, comunicarse con otras personas que busquen lo mismo a su modo, y que, juntos, puedan aprender y caminar con mayor paz y alegría.

Este blog tendrá cuatro secciones, definidas en las pestañas del blog:

  • Yoga físico o Hatha yoga: En esta sección hablaremos del cuerpo, su cuidado, ejercicios, asanas, alimentación y salud. Un yogui cuida su cuerpo porque es el vehículo para su yoga.
  • Yoga mental o Radja yoga: En esta trataremos temas de psicología y su relación con el yoga mental, métodos de concentración, meditación, y todo lo que se nos ocurra para calmar la mente y ponerla en su sitio.
  • Yoga del conocimiento o Jnana yoga: En esta sección abordaremos cuestiones teóricas, estudios y experiencias sobre yoga y espiritualidad. Desde una película, una obra de arte musical o plástica, o un libro, una vida o una enseñanza.
  • Yoga devocional o Bhakti yoga: La última sección es la más difícil, creo. Cuesta aceptar la valía que no es nuestra, cuesta hacer una profunda reverencia, cuesta ver en todo su esplendor. Esta sección quiere ser un escaparate de aquello que me emociona en lo más profundo de mi alma, que nos produce amor, veneración y fervor, que habla al corazón y alimenta nuestra ansia de Dios: un poema, un paisaje, una imagen, una película, una frase, una manera de ver el mundo, un objeto, una persona.