Yoga devocional para el fin de semana

En este post traigo un video para que nos alegre la vida este fin de semana. Mientras las voces de unos niños cantan el Gayatri mantra, ("Om Bhur Bhuvah Swah, Tat Savitur Varenyam Bhargo Devasya Dheemahi, Dhiya Yo Nah Prachodayat"), delante de nuestros ojos van pasando unas imágenes de belleza y alegría, de seres humanos llenos de expresión que miran a la cámara con sencillez y naturalidad.



Cuando lo veo me pregunto que hay en esas escenas que me emociona.
¿Es el exotismo de sus vestimentas y adornos? ¿Es la expresividad de sus caras? ¿La alegría que se refleja en sus sonrisas? ¿La belleza impresionante de la espontaneidad y la afabilidad de sus expresiones, del colorido y el alboroto de sus atavíos? ¿Será la intensa individualidad de cada una de las personas que aparecen, la naturalidad y la complicidad de seres extraordinariamente vivos en que se muestran unos con otros lo que me emociona?

¿Será la dificultad y la aventura de vivir que se refleja en el rostro de los ancianos lo que me emociona? ¿La espiritualidad y el resplandor en el rostro de los niños con esas orejotas prestas a oír? ¿La complicidad, la gracia y la naturalidad de la acogida serena de las mujeres? ¿Será la sensación del viaje conjunto que hacemos todos, personas y animales, árboles y dragones de la imaginación, dromedarios y mandalas, en este esplendor incomprensible y misterioso? No lo sé.

Solo sé que ahí todos parecen atentos. Que están donde están, profundamente, y que se expresan con fervor, con todo su aliento y energía. Simplemente se asoman a la cámara y se muestran como son, en el puro presente. Y yo, al sonido de ese mantra machacón, alegre y algo hipnótico, viendo las imágenes del video, siento alegría y admiración, una profunda relajación y veneración por este testimonio sencillo de vida y belleza colgado en Youtube.

El yoga nos enseña a ser el que se es para poder luego trascender esa individualidad asombrosa y única, y asomarnos a lo que, por detrás de ello, se manifiesta: una serenidad oceánica y abarcante, una belleza universal sin motivo, un ritmo.

2 comentarios:

  1. ¡qué bonito! Da alegría ver tanto colorido, Gracias por regalarnos la vista y el oído.

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