Bodhidharma, el templo Shaolín y la atención correcta

Bodhidharma ya era viejo cuando llegó a China. Tenía 67 años, dice la tradición. Había hecho un largo viaje por mar siguiendo un mandato de su maestro que le había pedido que predicase el budismo más allá de la India cuando él muriese.

Bodhidharma llegó a la India en el año 527 y se instaló en el templo Shaolín, en el pueblo de Dengfeng, en la provincia de Henan y, aunque era viejo, no tenía prisa.

Cuando le fue concedida una audiencia por el emperador y este se jactó de la cantidad de templos que había creado en su país y del número siempre creciente de monjes que se habían formado bajo su amparo, Bodhidharma respondió que eso pertenecía al mundo de la apariencia y que no había ganado ningún mérito.

Acto seguido se retiró a una cueva al noroeste del templo, donde pasó, dice la tradición, los siguientes nueve años de su vida delante de una pared en meditación.


Como ya era viejo y llevaba bastante tiempo sin moverse, cuando, después de esos nueve años, se levantó, le dolían los miembros entumecidos. Dicen que por esta razón inventó un ejercicio de 18 movimientos, lo que se conoce hoy en día como las 18 Rutinas del Arte Marcial Shaolín.

En este templo de leyenda hay una instrucción esencial para los adeptos y alumnos que la traigo aquí porque me parece que viene muy bien a cuento para poder avanzar, aprender y salir de esta ya larga crisis en la que estamos metidos. Nos viene bien a todos por el respeto, la austeridad y la atención correcta que implica, pero me parece que es fundamental para lo políticos, y debería figurar en un lugar privilegiado de sus despachos.

ORGANÍCESE
  1. Usted abrió, cierre.
  2. Encendió, apague.
  3. Contactó, corte.
  4. Ensució, limpie.
  5. Está usando algo, trátelo con cariño.
  6. Rompió algo, repárelo.
  7. No sabe arreglarlo, llame a alguien que sepa.
  8. Para usar lo que no le pertenece, pida permiso.
  9. Pidió prestado, devuelva.
  10. No sabe como funciona, no intervenga.
  11. Es gratis, no lo desperdicie.
  12. No lo convocaron, no se entrometa.
  13. No lo sabe hacer mejor, no critique.
  14. No vino a ayudar, no perturbe.
  15. Prometió, cumpla.
  16. Ofendió, discúlpese.
  17. No le preguntaron, no haga conjeturas.
  18. Habló, asúmalo.

2 comentarios:

  1. Qué sensato y qué valioso ese conjunto de consejos, y cúanto mejor nos iría si los políticos cumplieran aunque fuera solo la mitad.
    Gracias Yogui, me lo copio, que me ha gustado.

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  2. ¿Verdad que sí? Debería estar en las entradas de las casas de todos y no solo en el templo Shaolín. Y que no faltara nunca, nunca, en los chiringuitos financieros, en los consejos de administración de las empresas, en las redacciones de los periodistas y, como ya hemos dicho, en los despachos de los políticos. Un abrazo, Julia, y feliz y tranquila navidad.

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