V. van Gogh : "en la puerta de la eternidad" |
¿Podemos concluir, a la vista de esta investigación, que la espiritualidad es una condición esencial del ser humano y que no desarrollarla lleva a la infelicidad y a la depresión? ¿O debemos concluir que las condiciones de la vida y la soledad esencial de la humanidad son tan duras que resultan difícilmente llevaderas sin el invento de la espiritualidad o la religión? Cada uno puede concluir lo que quiera porque estas conclusiones van mas allá de los datos publicados, y en este punto no hay certezas. Los que piensan lo primero se abrirán a una condición del ser humano, la búsqueda de su propia trascendencia y la esperanza de un sentido en el universo, que ha existido siempre en él y que le realiza, le da amplitud, sentido y felicidad, y le colma en su esencia. Los segundos se preguntarán si es legítimo creer lo difícilmente creíble solo porque ejerce un efecto placebo y nos permite vivir despiertos y esperanzados con una promesa infantil, imposible de comprobar, de bienaventuranza, compañía profunda y paz.
¿Merece la pena desgastarse en esta duda? Como dijo Buda, si a un hombre le clavan una flecha y cae herido, ¿qué es preferible hacer, intentar averiguar antes de todo quién le ha disparado la flecha, de dónde era y por qué lo hizo; o le socorrerá primero tranquilizándole y arrancándole la flecha para que no muera?
Pues es lo mismo: ¿vamos a gastar la vida en la especulación y la duda si podemos actuar?
El yoga mejora nuestra salud corporal, nos aporta altura de miras y alegría, nos proporciona equilibrio psicológico y emocional --inteligencia emocional, como decimos ahora--, condiciones también estudiadas por la psicología como necesarias para sentirnos felices y en armonía. El yoga despierta en nosotros una espiritualidad serena, confiada y no especulativa. Eso sí, existen varias condiciones: hay que tener determinación, confianza, atención constante a la realidad, austeridad, y mirar con indiferencia la duda cuando surge.
*Lisa Miller; Priya Wickramaratne; Marc J. Gameroff...et alia (2012) : Religiosity and Major Depression in Adults at High Risk: A Ten-Year Prospective Study. American Journal of Psychiatry.169(1):89-94.
Pues me quedo un poco "a cuadros" con lo de los hijos de los antiguos deprimidos, no sé qué pensar. Pero como tu bien dices, mejor dedicarse en el presente a ser consciente de nuestro cuerpo y espíritu. Da mas paz que elucubrar.
ResponderEliminarun abrazo,
Y yo, también yo me quedé a cuadros. ¿Será que le vieron las orejas al lobo, cuando vieron a uno de sus padres deprimidos? ¿O verían la eficacia del desarrollo de su espiritualidad en su curación? No sé, pero Ommmm
EliminarUn abrazo, Julia.