Pranayama : vivir del aire y de los iones

Uno de los documentales más impactantes que hemos podido ver en las pantallas últimamente es Vivir de la luz (2010), de P.A. Straubinger.
Son yoguis dos de las personas que aparecen en él, capaces de vivir sin ingerir comida ni bebida. El primero vive en Austria, y declara con alegría que, de las ventajas de alimentarse directamente de Prana, de pura energía, no es la menor la libertad inmensa que proporciona no estar sujeto a esa necesidad. El otro es un anciano yogui de la India que, encerrado y sometido a una investigación científica, se comprueba que no ha comido, ni bebido, ni orinado ni defecado en, al menos, 10 días.


Pranayama es una práctica yóguica. Uno de los 8 pasos del Asthanga yoga descrito por Patanjali en los Yoga Sutras (II.49), que consiste en absorber Prana a través de ejercicios respiratorios.

Para entender un poco mejor lo que es el Prana, la energía del universo, voy a describir algunos términos fundamentales sacados del libro de Andre van Lysebeth, titulado Pranayama: a la serenidad por el yoga (Madrid : Urano, 1985).

Prana: es la suma total de todas las energías contenidas en el Universo. Los yoguis proclaman que el Prana puede ser almacenado y acumulado en el sistema nervioso, más especialmente en el plexo solar, y se puede dirigir a voluntad mediante el pensamiento.

Ying y Yang: los geofísicos nos enseñan que la Tierra es un conductor cuya superficie está cargada negativamente en tanto que la alta atmósfera es positiva. La atmósfera tiene un potencial de 100 a 150 voltios por cada metro de altura. La existencia de este campo de fuerzas dirigido de arriba abajo se conoce en China desde la antigüedad. Los factores metereológicos lo modifican y bajo ciertas circunstancias, el campo eléctrico puede incluso invertirse temporalmente.

Prana = iones negativos: Los iones son los verdaderos obreros en la vida de una molécula. Iones negativos son minúsculos paquetes de energía eléctrica en estado puro. Cargados de un átomo de oxígeno o nitrógeno proporcionan vitalidad al organismo. El organismo no debe ser aislado eléctricamente, sino que debe permanecer unido al suelo, porque así es objeto de una huida eléctrica constante. Por eso caminar con los pies descalzos provoca una sensación de euforia particular.

Iones y clima: Tipos de clima en función del diferencial de voltaje por metro que llama “gradiente potencial”:
  1. Zonas de gran clima: regiones cuyo campo eléctrico es muy diferenciado, por encima de 100 voltios por metro. Son “estaciones de aire muy puro”, fisiológicamente muy excitantes. Vastas mesetas, llanuras de grandes horizontes donde nada detiene al viento, las costas, etc.
  2. Zonas de clima mediano: de 30 a 100 v. de diferencia. Son lugares más abrigados, la vegetación es más abundante.
  3. Zonas de clima pequeño: a menos de 30 voltios. Vegetación muy frondosa.
  4. Zonas de clima cero: creado por el hombre, el de los locales de habitación donde vive unos 300 días al año.
Así pues, dice van Lysebeth, una corriente eléctrica continua atraviesa la atmósfera y el cuerpo humano entero. En las condiciones atmosféricas normales, esta corriente eléctrica continua es del orden de 10 a 12 amp/seg. a través del cuerpo tomado en su conjunto.
La corriente eléctrica causada por la presencia de un campo eléctrico atraviesa todas las células, los órganos y todo el sistema nervioso, estimula el metabolismo y todas las demás funciones fisiológicas de los organismos vivos.

Algunas conclusiones:
  • La ausencia de corriente eléctrica es siempre desventajosa y tiene siempre efectos negativos sobre la vitalidad del ser humano.
  • La longevidad del ser humano depende en grado muy alto de la presencia permanente y con potencia suficiente del campo eléctrico.
  • Las funciones fisiológicas más importantes (actividad cardiaca, respiratoria, digestión, metabolismo, etc.) reciben un influjo y estímulo muy favorables de ese campo eléctrico.
  • Un gran número de pretendidas “enfermedades modernas” hay que relacionarlas con la ausencia o la considerable reducción de la intensidad de los campos eléctricos naturales en las grandes ciudades.
  • Los seres humanos, obligados a vivir en construcciones o espacios blindados, con las propiedades físicas de una caja de Faraday, donde se excluye todo campo eléctrico, se fatigan y se agotan rápidamente.
  • En la naturaleza, el elemento portador de energía eléctrica activa, el ion negativo, es atraído hacia la Tierra por la existencia, al nivel del suelo y de las capas bajas de la atmósfera, de un campo eléctrico positivo. Cuando se invierten los campos, se acelera la fatiga mental. Aún con un campo eléctrico adecuado es necesario llevar ropa correcta, que sea de algodón, porque los tejidos sintéticos producen suficientes cargas eléctricas estáticas como para rechazar los iones negativos de la persona que los usa.

4 comentarios:

  1. ¡Superinteresante! Ya se me había olvidado que tenía pendiente ver este documental. ¡Hay que conseguirlo!(el documental, que para vivir del aire me queda un poco más)
    Gracias Yogui, y un abrazo

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    1. Cuando yo era pequeño se decía de alguien muy austero que vivía del aire. Me parece que, dadas las circunstancias económicas, y viendo que ya somos 7.000 millones los habitantes humanos de la Tierra, vamos a tener todos que vivir más del aire. Es una oportunidad. Habrá que ir aprendiendo Pranayama. Un abrazo, Julia

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    2. Muy interesante el post Vivir de la luz, en este momento que se acaba de ir por dos veces en casa, me resulta más significativo todavía. Que difícil resulta vivir a la luz de una vela en estos tiempos, y cuanto se aprende mirando el pábilo oscilar según las corrientes de aire… el tiempo ralentizado, otra calma.
      Luz y aire lo que nos da vida y nos mantiene. Que impresionante lo que dices del Prana: La suma total de todas las energías contenidas en el Universo ¿Cómo no respirar completa, honda y conscientemente? Gracias por la información, muy útil, Yogui en Cuatro Caminos.

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  2. Si, Mu, respirar completa, honda y conscientemente, como dices, eso es Pranayama. Y eso nos da la llave de tantas cosas...
    Y aunque se nos vaya la luz nos queda la respiración, por mucho que suene a peli de miedo.
    Gracias, Mu, cuyo nombre es la solución de un koan, por el comentario.

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